Publicada en Política&Medios.

En el marco de los juicios por crímenes de lesa humanidad contra militares y policías del Estado represivo de fines de la década del 70, el represor aseguró que: "Las Fuerzas Armadas llevaron adelante una verdadera epopeya".

Unidos por el espanto, los genocidas Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez debieron volver a enfrentar a la Justicia, que los acusa por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la ex jefatura de la Policía tucumana. En 2008, ambos habían sido condenados a cadena perpetua por el secuestro y desaparición del senador Guillermo Vargas Aignasse.

En el comienzo de la segunda audiencia del juicio oral por la desaparición de 17 personas, Bussi, quien se jacta de haber sido el único general de la dictadura luego elegido en las urnas como gobernador de su provincia, se mostró más duro que en 2008, cuando lloró ante el tribunal durante su descargo, y aludió al conocido discurso de la "memoria completa".

"Agotaré hasta el último de mis esfuerzos para contribuir a la verdad histórica, hoy distorsionada, manejada y agraviada para satisfacer mezquinos intereses que no se ajustan a la realidad que vivieron Tucumán y la Argentina en los años 70, aseveró el ex gobernador de esa provincia entre 1995 y 1999.

El represor dijo además que "las Fuerzas Armadas llevaron adelante una verdadera epopeya" durante la última dictadura militar.

En el banquillo de los acusados también están sentados el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, los ex militares Albino Mario Zimmerman y Alberto Cattáneo, y los ex policías Roberto "El tuerto” Albornoz, Luis de Cándido y Carlos de Cándido.