En el marco de una conferencia de prensa en la Escuela de Periodismo TEA, la coordinadora de los blogs de Clarín, Vanina Berghella, compartió su experiencia desde estos sitios, como herramienta de publicación y comunicación y, además, explicó -desde su punto de vista- la influencia de este tipo de redes de Web 2.0 no sólo en los usuarios/lectores sino en los distintos actores sociales vinculados al uso de la comunicación.

La posición de Berghella acompaña las políticas empresariales de su empleador, el diario Clarín, una de las empresas que componen el poderoso grupo económico. El multimedio acusado de bajar contenidos de sus empresas que circulan en la web -como videos con fragmentos de programas de Canal 13 en Youtube- y cerrar blogs críticos. Como si fuera poco, el Grupo Clarín es el dueño de gran parte del cableado de fibra óptica del país, con sus empresas Cablevisión, Multicanal y Fibertel.

Las redes sociales, como Twitter, fueron definidas por el economista y tecnólogo español David de Ugarte en su libro El poder de las redes, como parte de un sistema en el que todos los nodos-individuos están conectados entre sí con el objetivo de conformar una red de iguales, sin que haya un ente organizado que los regule.

Ideas como esta son las que conducen a asegurar que "Internet es libre" o "Internet democratiza los contenidos", sin tener en cuenta que sólo el 23% de la población mundial tiene acceso a la red de redes, según datos de la publicación de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), en El libro mundial de los hechos -The World Factbook-. ¿Cuál es la voz de quienes quedan fuera del mundo digital?

El abanico de nuevas opciones y recursos que proponen estas redes se enfrenta a los límites del acceso, de la flexibilización laboral de los comunicadores, así como también a un flujo informativo sin filtros -más allá de los de los propios medios- y a un torbellino de cambios acompañados por la inmediatez y actualización de contenidos a partir de los cuales saber distinguir el origen de la información es tan necesario como el chequeo de la misma.


El darwinismo de la profesión



Berghella se posiciona frente a los cambios en los medios de comunicación -sobre todo en las redacciones- como un desafío casi darwinista en el que sólo sobrevivirá el más apto: "No nos queda otra que empezar a transformarnos", sintetiza mientras hace referencia al bosquejo de las nuevas redacciones planteadas por el editor de Perfil devenido en blogger, Darío Gallo (ver diapositiva 10).



Desde otra perspectiva, Gustavo Granero -secretario general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa- semanas atrás en el mismo espacio de TEA se refirió a la situación laboral del sector e hizo referencia a los "videoredactores": periodistas que cumplen múltiples roles de trabajo para Grupos multimedia, ocupando así varios puestos de trabajo al costo de un sólo salario.
En este sentido, el rol de los periodistas asoma a la esfera multimedial y hace uso de sus recursos con precaución. ¿Dónde se definen los límites laborales frente a la adaptación que propone Berghella? En la misma línea, pero en el campo de los usuarios/lectores/audiencia: quiénes son los que tienen acceso a participar y qué perspectiva se consume como retroalimentación, participación e interacción.

Frente al rol del periodista Berghella resume: "La precarización laboral existió siempre y tiene que ver con el modelo empresarial. Yo planteo que tengas el conocimiento para hacerlo, pedirle a tu colega fotografo, diseñador algo, si vos no sabes hacerlo no se lo vas a saber pedir. Si tenes la posibilidad de cubrir un evento en el exterior por qué no lo vas a hacer. A mi no se me van a caer los anillos por sacar una foto"

Las puertas, tan abiertas y tan cerradas

Sin quedar como bichos cibernéticos o cavernícolas de redacción, tal como planteó Berghella (ver diapositiva 2), los distintos actores vinculados a los medios digitales lindan con una estructura ocupada por diferentes perfiles y espacios donde los mismos límites no marcan los distintos territorios sino que se flexibilizan para ser parte y, al mismo tiempo, retroalimentarse de las redes sociales. En ese sentido, y como se comentó anteriormente, cabe tener en cuenta quiénes pueden tener acceso a Internet para aportar información, cómo se chequea esa información teniendo en cuenta la vorágine de la actualización e inmediatez, entre otras cuestiones. El usuario/lector no debe pasar por desapercibido el origen y el contexto de la información que consume.


Los bloggers no necesariamente son periodistas. No cumplen con un código de ética ni tienen responsabilidad social. El avance tecnológico los puso en un lugar de privilegio en cuanto a la posibilidad de generar contenidos y con la falsa idea de que estos llegan a "lugares inimaginables del planeta y en muy poco tiempo", claro que falta aclarar que para que lleguen los contenidos, por aquel lugar recóndito alguien debe haber llevado acceso a Internet. Un servicio del cual está privado el 77% de la población mundial.

Uno de los casos que se expusieron en la conferencia fue el de las elecciones de Irán, a la cual el diario El País, de España, brindó una polémica cobertura vía Twitter. "Hubo muchos datos que si no hubiera sido por esta herramienta no hubieramos podido conocer", manifestó Berghella. Una vez más, nos remitimos al origen de la información.

En ese país sólo el 34% de la población cuenta con acceso a Internet. Sin embargo, los medios del mundo levantaron las denuncias de fraude impulsadas por esa minoría, lo que llamaron revolución verde.

Para Berghella, la editorialización de El País, que dividió su portal en dos (ver diapositiva 17): La edición digital normal y la cobertura en Twitter de las elecciones, es correcta y pensar que los usuarios/lectores puedan confiar de igual forma en la información de las dos mitades de la pantalla es "una subestimación".

Tal como afirma el periodista español Pascual Serrano, "en los tiempos actuales, Internet, y en especial las redes sociales como Facebook o Twitter, están intentado crear un formato organizativo ciudadano donde las tradicionales asociaciones no existen o no tienen suficiente apoyo", y analiza además que "la estructura organizativa ciudadana de la que se parte es mínima, apenas cinco o seis personas que crean un grupo en Facebook, no existen colectivos sociales, ni sindicatos, ni partidos políticos detrás. Aparentemente tampoco gobiernos ni dinero".

Extrañamente, los grandes medios de comunicación no hablaron de "una denuncia del pueblo argentino" cuando el programa de la Televisión Pública, 678 puso al aire una denuncia anónima publicada en Youtube contra el diario La Nación. La reacción fue completamente distinta.



Modificación de la infósfera

El cambio que generado por la Web 2.0 no se da sólo a nivel laboral sino también en todos los actores que forman parte de este circuito de la información cada vez más abarcativo: en la audiencia, en el consumo de la información y modos de consumo y elaboración, en la redacción y en la dinámica de trabajo.

Berghella expone la incertidumbre que genera también para los medios las consecuencias de las Web 2.0. Mientras tanto, las adaptaciones son costosas en términos de calidad de información y explotación laboral porque el mundo sigue girando y las redacciones no quieren quedar fuera de esta nueva vorágine.



El sociólogo italiano Franco "Bifo" Berardi analiza en su libro Generación Post-Alfa el proceso de formación de la infósfera de red, la construcción de sistemas de penetración en la mente colectiva, y a la emergencia de una competencia mediática de masas que lleva a la formación de un movimiento mediactivista. Además, el autor sostiene que "la comunicación no es un instrumento de la acción política, sino la acción política misma. En primer lugar, el espacio social se construye cada vez más por medio de la proyección mediática de escenarios. La producción de imaginario es, además, un sector decisivo del proceso general de trabajo. Los productores de imágenes son una parte de los trabajadores cognitivos. Por tanto, la producción mediática independiente es, ante todo, un fenómeno de autoorganización del trabajo semiótico. En las experiencias de software libre, de open source y de P2P (peer to peer) no debemos ver sólo una innovación técnica o relacional. En esas experiencias hay indicios de un posible proceso de autonomía del cerebro colectivo frente a la estandarización capitalista.

A continuación, Berghella expone dos definiciones sobre la nueva figura de lo que es el periodista con nuevas habilidades.



Otra cuestión son las nuevas formas y modos para posicionarnos como individuos virtuales. La identidad virtual intenta reflejar el lugar de cada individuo en las redes y cómo uno se posiciona o la actitud que toma en este sistema. Berghella alerta sobre el espacio que toma cada uno y llama a ocupar ese lugar antes que otro lo haga por nosotros.





Ilustración
El rincón de la wikis 
Web 2.0 y aprendizaje colaborativo