El asesinato de un hombre ante su hijo de 11 años desató una nueva oleada de histeria antijuvenil, con fuerte manipulación política y mediática. Su presunto autor tiene sólo 15 años. Autoridades provinciales intentaron secuestrar a su primo, de 14, para recluirlo en un instituto, y la Policía amenazó a la abuela de ambos. La ley penal juvenil contiene las garantías de defensa en juicio cuya inexistencia permite estas arbitrariedades.

La murga uruguaya La Mojigata dedicó un couplet al debate.