Rincones de Salta y Jujuy
Cómo olvidarte Cerrillos si por tu culpa tengo mujer. Al ritmo de una zamba, el tema de Marcos Tames describe los carnavales salteños, pegados a la ciudad capital de La Linda. Cada chacarera, cada carnavalito, cada sonido de viento y percusión convergen en un paisaje donde se mezclan los colores –en su mayoría bien representativos de la Pachamama, Madre tierra- con aromas típicos del lugar: el cóctel perfecto para alimentar un alma viajera.
La noche de Salta delata una fuerte identidad cultural a través de la música y las danzas típicas. La calle Balcarce, altanera pero simple, reúne aromas al compás de las guitarras, bombos y quenas. Los sonidos cambian a cada paso, a cada peña. Más alejado, yendo por Caseros, la Casona del Molino complementa una buena parrillada con una guitarreada en la mesa. Cada rincón un color, cada color una canción.
Puesto camino a Cachi |
¡Salud, Cafayate! Los lugareños brindan a su salud en cada trago, motivos parecen sobrar cuando la copa contrasta con el paisaje de esa ciudad. El viaje hasta allí es un recorrido por las formaciones rocosas más asombrosas: la Garganta del diablo, el Anfiteatro, los Castillos, el Titanic, el sapo, el perfil del indio, empapados de historias, relatos y costumbres del lugar.
Bingo familiar en Purmamarca |
Qué esperar de Salinas Grandes, un manojo de pureza que encandila los ojos de cualquier persona. A 190 kilómetros de San Salvador de Jujuy y a 126 de Purmamarca, miles de hectáreas forman un horizonte blanco que comienza a vislumbrarse pasando el Paso de Jama.
Esta excursión, aclamada por su paisaje, por su inmensidad y por la posibilidad de realizar fotos originales jugando con el blanco, esconde detrás el laborioso proceso de la sal y la exposición que sufren las personas que allí trabajan. Como una hoja en blanco, permite una zambullida a la sensación de la nada misma.
"Me gusta Jujuy mi Jujuy por las noches con la luna alumbrando el camino, y pedirle a un amigo que venga a cantar una serenata conmigo"…
La letra de la zamba de Castillo, Yunes y Yacopetti anuncia la seducción de Jujuy. Y es en Tilcara donde se juntan los colores del paisaje, la música, el enero tilcareño, la peña de noche, la caminata de día. El Pucará, la Garganta del Diablo, la peña del Engrupo – de don Faustino- y la de Carlitos.
La Garganta del diablo promete una caminata sencilla; sin embargo, el sol de la tarde tilcareña sumado a cuatro kilómetros cuesta arriba, agota; al mismo tiempo que el paisaje da un aliento a los caminantes para reconfortarlos con una cascada rodeada de precipicios y piedras de distintos colores.
Pucará de Tilcara |
Humahuaca |
Cierren la puerta, échenle llave, que de la peña nadie se va(...) Al ritmo de la quena y el siku, las noches en el norte desparraman una energía particular: entre tamales, empanadas y un buen vino, el carnavalito es el broche de oro del recorrido.
This entry was posted on jueves, enero 27, 2011
and is filed under
Teresita
,
Viajes
.
You can follow any responses to this entry through
the RSS 2.0 feed.
You can leave a response,
or trackback from your own site.
0 comentarios:
Publicar un comentario