Las carreras de aventura son una alternativa con cada vez más adeptos en el mundo del atletismo amateur. El barro, los alambrados a modo de obstáculo, los troncos, trotar en el medio del campo pareciera ser una nueva atracción en ascenso para algunos deportistas y otros no tanto.

Las distancias y categorías son variadas, además, es un buen plan para llevar a los más chicos a ver algo nuevo, algo distinto y estar un tiempo al aire libre: es ideal para una jornada familiar. En el Club de corredores sintetizan el concepto de las carreras de aventura como una “Una carrera con obstáculos naturales, en climas diversos y la variable de la dinámica que supone correr en pareja” y agregan: “Es una especie de cross country mas largo y más divertido que los que organizaban los clubes de atletismo antes”. Es que, como coinciden muchos aficionados que relatan sus experiencias en un foro conocido en el ambiente, la idea central en este tipo de deporte es pasarla bien y divertirse sorteando obstáculos físicos pero, sobre todo, animándose a competir en una pista natural cargada de sorpresas.

Cortesía Franco Bylo, organizador de Aventuras del sur. Circuito Vieytes (provincia de Buenos Aires)

Los alrededores de la ciudad porteña y también de la ciudad de La Plata son el lugar que muchos organizadores elijen para llevar a cabo la jornada, hay una gran oferta de lugares y fechas. Una carrera clásica cuenta con la marcación del circuito (los kilómetros pueden variar por categorías), puestos de hidratación – con jugos y frutas cítricas- en varios puntos del recorrido, y con importantes premios que alientan a los competidores a participar: la mayoría son prendas de ropa deportiva, medallas y trofeos alusivos al evento. Queda en cada organización la originalidad frente a las novedades que puedan plantear para deleitar a los participantes.



A diferencia de las ya conocidas carreras de calle multitudinarias, las de aventura conservan precios de inscripción sumamente accesibles –si se compara una con otra, el costo ronda en la mitad-. Además, la aventura más simple es correr por los circuitos que se detallaron, aunque algunas organizaciones le agregan mountain bike y kayakismo para sumarle atracción y adrenalina al evento.

El aire libre y los obstáculos naturales llegaron para quedarse como atractivos agregados a las clásicas carreras a pie. Una de los eventos de aventura más largos pero también más esperado es el Cruce de los Andes, donde el recorridos ronda los 100 kilómetros y los participantes están aproximadamente tres días intentando terminar el circuito. La carrera tiene tres etapas acompañadas por el maravilloso paisaje del cordón montañoso y, este año, culminó en Chile.






Cruce de los Andes 2009. "Estoy convencido que todos están locos, porque esto es para locos", explica en medio del circuito uno de los participantes mientras intenta recuperar la respiración.